Diario de los ciclos finitos

...Desde la utópica ciudad de los sucesos el habitante # 7
escribe este diario con la esperanza que sea encontrado por aquellos que
no cruzaron el abismo...

Día 00, 1900 horas

Caen  de  nuevo  las  luces  sobre  la  ciudad y el  murmullo  nocturno  se  despierta  vacilante,  almas  caminantes avanzando  con  la  rapidez  del  tiempo,  el  tiempo,  ese  atrevido  y  alarmante enemigo,  amigo,  traidor.  Sucesos  desatados  en  un  vertiginoso  tic  tac,  una lucha  silenciosa  entre  el  osado  y  el  desvaído.  Un  misterioso  designio,  la espera,  lo  que  sucederá  en  cuanto  terminen  las  horas. Asfixiante  futuro,  lo  que  sucederá  cuando  se  levanten  las  luces,  la  ciudad sitiada  por  los  esclavos  del  tiempo.

Día 01, 0000 horas

Apenas  si  hemos  cruzado  el  abismo  donde  cayeron  los  recuerdos  y  se desvaneció  el  tiempo. Fronteras  han  caído silenciosas,  hoy  ya  no  vemos  espejos,  no  interesa  la utópica  belleza. Somos  ecos  resguardados  en  lo  profundo  de  esta  poética  escena,  individuos que  se  confortan  ante  el  acto  tranquilo  de  un  magnífico  desvelo. Somos aquellos que cambiaron y comenzaron de nuevo. Hoy  somos  el  uno  que  se  sumó  a  un  calendario  de  sucesos,  respiramos expectantes,  hemos  cruzado  el  abismo  dejando  atrás  un  pasado  desierto.

Día 02, 0600 horas

Amanece  el  día  02,  y  hoy  la  decisión  y  la  esperanza  se  amarran  con  fuerza una  contra  otra,  avanzamos  inundados  de  la  duda  pero  a  la  vez soportados  en  confianza,  atrás  quedaron  los  días  grises  y  fríos,  olvidamos  los fantasmas,  los  matices  de  esta  nueva  vida  nos  alzan  imparables,  la  hazaña nos ha despertado valientes y hoy estamos aquí.

Día 134, 1800 horas


Impactados con una puesta tardía, los testigos de este sueño esbozan la sonrisa de aquellos que han creído de nuevo. El fuego reflejado en sus ojos sobrepasa el límite que se han impuesto, carcelarios liberados con objetivos livianos, el pesado pasado con fuerza ha caído, mundos lejanos que ya no hacen daño. Las horas caen pero el caos ha sido borrado y a la infinidad de la noche somos adictos y sonreímos despacio.

Día 365, 2300 horas

El  ocaso  ya  ha  caído,  ha  llegado  la  noche  final,  los  testigos  expectantes  han esperado trescientos sesenta y cinco días,  se  han  reunido  los  recuerdos  y  el  momento  del  adiós hace  presencia  de  nuevo.  Aquellos  que  cruzaron  el  abismo  y  comenzaron  de cero  esta  noche  se  despiden  de  este  viaje,  el  mañana  casi  llega  y  hoy reviven  la enseñanza  de  este  largo  recorrido,  se  despiden  silenciosos,  sus almas  se  han  impregnado  de  valiente  incertidumbre.  En  esta  última  noche sus  cuerpos  relajados  enfrentan  el reto de  comenzar  de  nuevo.

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